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Oscar “Collipal” Salas (Lontué 1950) es Antropólogo Socio-Cultural. Es oriundo de la zona Lontué-Molina, región de antigua data en cuanto a Organización Campesina en la cual participó activamente. Es creador, junto a Danielo Valenzuela de “La Cantata Campesina”. Es pionero en la defensa promoción y puesta en valor de la Cueca Chora Porteña y junto a un grupo de porteñas y porteños en septiembre 2011 consiguen que la ciudad de Valparaíso declare a la Cueca Chora Porteña “Patrimonio Cultural Intangible”.
El año 2016 viaja a Francia a promover la Conmemoración de los 50 años de la Reforma Agraria en Chile. El año 2017, en el marco de los 50 años de la Reforma Agraria presenta junto al grupo Kintetho´s la “Cantata Campesina” en varias comunas del país, así como también la proyección del Documental “Dicha y Quebranto” de la ONG Maule Sur. Es Asesor Cultural de la Confederación Campesina e Indígena “NEHUÉN”. En el año 2019 se le confiere el título de: CIUDADANO ILUSTRE DE VALPARAISO en reconocimiento a su destacada trayectoria y gran aporte a la ciudad.
Ha publicado los libros Cuenteando en Cana con la Editorial Mundo de Papel, 2012; A salto de mata. De Bandidos Sociales a Guerrilleros, Ediciones Ideas, 2016; y el libro Agarré viento en las Huilas, el año 2017, también con el sello editorial Mundo de Papel. Poder y Subordinación. Bandidos Legendarios, es su último libro.
Este libro trata un problema central, a saber, si se puede, o no, establecer una continuidad entre el bandidaje del siglo XIX y la guerrilla de los movimientos político-revolucionarios de la segunda mitad del siglo XX chileno. Por motivos de especialización no podré yo resolver mejor que los autores este problema (y entiendo que no se me ha invitado a eso, pues los autores saben a qué me dedico)
Deduzco que la invitación tiene que ver con un problema subyacente: ¿de qué modo nuestros deseos (presentes) de ver cosas ciertas en el pasado se constituyen, no simplemente en un “obstáculo” de la investigación, sino en el motor mismo de ella, cuando no en motivo de otra investigación tan apasionante como la proyectada inicialmente? ¿Por qué en determinados momentos necesitamos dar por verdaderas ciertas cosas del pasado (y no otras)? ¿Qué relación guarda el momento presente con aquello que deseamos verificar en el pasado? ¿Qué relación guarda el deseo de verdad del pasado con el de un “futuro verdadero”?
Porque estas complejidades no se dejan digerir fácil creo que este libro se encontrará a salvo de una industria que ofrece el pasado como materia de consumo. Esto en cambio requiere la demora de la comprensión. Mala suerte para el público que gusta de las lecturas de la identidad y el patrimonio.
Pablo Aravena Núñez
Facultad de Humanidades
Universidad de Valparaíso.